viernes, 3 de abril de 2015

Que expectativa Tiene este DVD?

¿Cuánto tiempo te va a durar ese aparato electrónico que acabas de comprar?

  • 3 abril 2015
Algunos aparatos que se quedaron obsoletos.
Parece que fue ayer cuando lo sacaste de su caja...
Parece que fue ayer cuando compraste esa laptop reluciente de la más alta especificación, esa cámara de millones de millones de píxeles, ese televisor de pantalla del otro mundo. Un momento: ¿no fue ciertamente ayer?
El diccionario atribuye a la palabra obsoleto dos acepciones: 1. poco usado y 2. anticuado, inadecuado a las circunstancias. En el caso de los aparatos de última tecnología, lo primero no condiciona, pero lo segundo es cosa segura.
Sea que uses o no esa computadora portátil, esa cámara o esa televisión, lo más probable es que a la vuelta de un par de años (o hasta unos meses) se haya quedado atrás y tengas que reemplazarla.
La tecnología avanza a una velocidad que podemos encontrar difícil de comprender. No menos por el empuje que le da el controvertido concepto de "obsolescencia programada", un esquema de producción que existe hace más de un siglo y por el cual los fabricantes planean sus productos con ciertos ciclos de vida.
De esta manera se garantizan que los consumidores tengan que reemplazarlos en plazos definidos... y que el dinero siga fluyendo en dirección a sus cajas registradoras.
Viejos VHS descontinuados
Condenados al olvido.
Nadie nos dijo eso cuando cambiamos nuestra colección de LP por una de CD. O cuando descartamos la de VHS para comenzar de cero con el DVD. Una tarea que probablemente no completamos antes de que llegara el Blu-ray.
¿Qué mató la tecnología que una vez amamos y cuál logró sobrevivir el apocalipsis de fin de siglo? ¿Qué va a durarnos lo suficiente como para justificar la inversión?
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¿Cuánto tiempo le queda, doctor?

Como si de un paciente terminal se tratara, blogueros y expertos de tecnología hablan de la expectativa de vida de los aparatos electrónicos. BBC Mundo consultó PC Magazine, CNET, Scientific American, Petapixel y otros blogs especializados para conocer la prognosis en cada caso. Descubre lo que encontramos.
GUÍA INTERACTIVA
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  • Televisores

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    30.000 a 100.000 horas

    Televisores en venta
    Éranse una vez los televisores con forma de caja, que podían garantizar hasta 20 años de servicio ininterrumpido. Hoy la cifra se mide en horas y no marca el momento en que se espera que el aparato quede inservible, sino cuándo se espera que deje de funcionar al tope de sus capacidades (por ejemplo, comience a perder brillo).
    El número varía según se trate de un plasma (100.000 horas) o un LED (30.000 a 60.000 horas) y depende en buena medida de la calidad de los componentes.
    Una investigación en el mercado estadounidense que data de 2012 encontró que los consumidores están esperando cada vez menos para reemplazar su televisor: el ciclo de vida bajó de 8,4 años a 6,9 años.
  • Laptops

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    3 a 5 años

    Su ciclo de vida hoy en día supera los 2 años que una vez caracterizó el de los PC porque ahora su tecnología se actualiza cada vez menos: los esfuerzos se concentran ahora en aparatos como las tabletas.
    Los expertos coinciden en que las laptops gozan de una expectativa de vida de 3 a 5 años.
  • Cámaras digitales

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    3 a 5 años

    Cámaras
    Atrás quedaron los días en que bastaba con un buen cuerpo y un lente decente, además de una película de la calidad deseada.
    Se le dan de 3 a 5 años, aunque si tienes suerte, no se te daña ningún componente, no trabajas en el sector profesional y la batería te tiene compasión, pueden llegar a 10 años.
  • Consolas de videojuegos

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    6 a 8 años

    Persona viendo una consola
    Dependen enteramente de las actualizaciones del fabricante. Cuando una consola nueva sale, los juegos nuevos tienden a ser incompatibles con el modelo viejo.
    Los ciclos más recientes han sido de entre 6 y 8 años entre modelos.
  • Teléfonos móviles inteligentes

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    18 a 24 meses

    Muy ligado a los contratos con las compañías telefónicas e influenciado por la presión de la moda.
    En países como Estados Unidos, Reino Unido o Australia duran entre 18 y 24 meses en promedio.
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La última víctima

En Reino Unido, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) acaba de sacar el navegador satelital (también conocido como satnav) de la canasta de productos con que se mide la inflación. La gente simplemente ha dejado de comprarlo. El teléfono inteligente lo ha venido matando desde hace rato.
En octubre de 2009, cuando Google anunció que su sistema operativo Android 2.0 soportaría la navegación de Google Maps, las acciones de los fabricantes de satnav como Garmin y TomTom se desplomaron.
Además, cada vez más automóviles vienen con un GPS incluido. "Sólo el 39% de los usuarios tiene un navegador en casa, comparado con 46% hace 18 meses", dice Paul Davies, analista senior de Mintel.
Es verdad que el GPS tuvo un período de gran popularidad a comienzos de siglo, pero en general ha tenido una ventana muy pequeña de utilidad.
La marcha de la tecnología no se detiene ante nada.

¿Quién sigue usando...?

  • Buscapersonas. Según un artículo en el periódico británico Daily Mail, el gobierno había gastado unos US$750.000 en esos aparatos entre 2010-2014, que usaba en situaciones en que los celulares estaban prohibidos (como reuniones de inteligencia).
  • Fax. Una encuesta del año 2012 reveló que 85% de los empresarios japoneses seguía considerándolo una herramienta de trabajo crucial.
Getty
¿Y quién recuerda el buscapersonas o pager? De uso exclusivo de los médicos en el pasado, durante un período breve en los 90 tener uno al cinto se convirtió en el símbolo máximo de estatus. Luego se desvaneció.
En 2001 Motorola lo había descontinuado. El teléfono celular lo devolvió a su nicho y lo convirtió en un artefacto culturalmente irrelevante.
Lo mismo le pasó a la agenda electrónica. Casualmente, por la misma época.
El MiniDisc -lanzado por Sony en 1992 como una alternativa al CD- ocupa una categoría ligeramente diferente. Muy amado por sus compradores, nunca logró entusiasmar al público en general. En su primer año en el mercado sólo se vendieron 50.000 unidades.
P. Diddy en 2002 con un buscapersonas
En 2002 todavía se podía ser rico y famoso, como P. Diddy, y dejarse ver con un buscapersonas.
Eso no evitó que Sony describiera el año de 1998 como "el del MiniDisc". De hecho, para entonces ya se habían lanzado los primeros reproductores de MP3 y, cuando el iPod hizo su debut sólo tres años después, todo cambió sin remedio. Los MiniDisc siguieron vendiéndose en ámbitos profesionales pero salieron de la línea de producción en 2013.
En la década del 80, el disco láser es otro ejemplo de callejón sin salida para formatos duros. Antecesor del DVD y el Blu-ray, el "Discovisión" -como se lo llamó en Estados Unidos- se vendió como una alternativa superior al VHS.
Pero debido a su alto precio, su gran tamaño y la imposibilidad de grabar en ellos, nunca llegó a ser popular.

Ventanas más pequeñas

La pregunta es si estas "ventanas de utilidad" seguirán encogiéndose cada vez más.
"No creo que todas las categorías de tecnología necesariamente enfrenten un problema de obsolescencia, al menos no en el futuro inmediato", dice Jason Stamper, analista de 451 Research y exeditor de tecnología de la publicación New Statesman.
"Por ejemplo, el radio fue inventado cerca de 1900 y todavía mucha gente lo usa. Aunque, ciertamente, los aparatos destinados a nichos muy pequeños siempre están amenazados por los de uso más general, que pueden hacer muchas más cosas sin costar mucho más dinero".
Es una lección para quienes planean comprar un libro electrónico. Los futurólogos han estado prediciendo por algún tiempo que las tabletas, más baratas, pronto harán que un aparato que sólo sirve para leer libros sea -¿cómo decirlo en forma elegante?- bastante "singular".
El estatus de otros aparatos es más difícil de definir.
Muchos pensarían que hace rato que el fax mordió el polvo, cortesía del email.
Basura electrónica
Uno de los problemas es qué hacer con toda esa tecnología que nos la pasamos reemplazando.
Pero, para algunos, sigue siendo una alternativa superior a las basadas en internet, sobre todo cuando se trata de transmitir documentos de naturaleza delicada.
Todavía hoy en día se cuenta que las transferencias de futbolistas de la Liga Premier viene acompañada de los pitos y sonidos del fax común.
Pero también están los productos como el Blu-ray. No es descabellado pensar que el nuevo formato HD, que apenas acaba de agregarse a la cesta de medición de inflación de la ONS, salga de ella por donde entró en sólo unos pocos años.
Eso sí sería una ventana de utilidad corta.
Diario BBC